La nueva temporada de Notiê por Priceless está ambientada en un altar, una tierra sagrada llamada Chapada Diamantina.

Las rocas revelan lo que una vez fue el mar. Hoy, la formación rocosa que ocupa el horizonte nordeste es el hogar de personas que llevan la fe incrustada en el alma. Gente que pule la vida cotidiana, convirtiéndola en un lugar donde todo funciona. En el territorio bahiano hay, sí, vino y café del más preciado.

Incluso hay frutos rojos. Y mandioca, la Reina de Brasil, que se convierte en harina, que espesa el pirão (papilla típica de la cocina brasileña) Abundantes en los pantanales semiáridos, los peces alimentan el quilombo, una aldea de resistencia de tiempos pasados. La fe abunda. Chapada alberga su propia religión, el Jarê. Con danzas y rezos, se pone la mesa en honor de São Cosme y Damião. Un caruru que va mucho más allá de la okra. La fruta verde, que no tuvo tiempo de madurar, alimenta a quienes tienen hambre en forma de guiso. El nopal, un tipo de cactus común en el Nordeste, llena el tazón y se convierte en acompañamiento.

Onildo Rocha se sumerge para traer al centro de São Paulo lo que late con más fuerza en el corazón de una Bahía suspendida.

Chapada Diamantina: situada en la parte central del estado de Bahía, presenta rocas depositadas a lo largo de un tiempo geológico de al menos 700 millones de años. Es la región más alta del Nordeste, con 2.033 metros de altitud.

Marimbus: gran llanura inundable situada al pie de la Serra do Sincorá, entre Lençóis y Andaraí, es el mini pantanal de Bahía.

Munzuá: cesta larga y cónica hecha de tacuara o bambú. Se utiliza mucho para pescar.

Curimatã: también llamado curimbatá, grumatá, sacurimba o papa-terra, es un pez que vive en varios ríos de Brasil. Se alimenta de sedimentos orgánicos y vegetales.

Ximango: especie de pan de queso hecho con fécula de mandioca en forma de bastón.

Godó de banana verde: ensopado de carne secada al sol, tocino y otros embutidos cocinados con plátano verde y cebolla, ajo y cilantro. Muy habitual en la alimentación de los mineros de la Chapada.

Cortadinho de palma: el nopal forrajero es una planta cactácea muy conocida en el Nordeste y muy utilizada en la alimentación animal. Considerado un alimento de subsistencia, tiene un gran poder nutritivo. En Chapada, se prepara en forma de guiso con ajo, cebolla y fragancia verde (mezcla de perejil y cebolleta).

Licuri: conocida como palmera del sertão, puede ser llamada por varios nombres como alicuri, aricui, oricuri y cabezón. En estado inmaduro, el fruto tiene una textura acuosa en su interior, que se endurece al madurar, dando lugar a la almendra. Además de utilizarse para elaborar un tipo de aceite de oliva, estos frutos secos también se usan como ingrediente en mermeladas y jaleas.

Umbu: fruta típica de Caatinga, su nombre proviene del tupí ymbu, que significa árbol que da de beber. Tiene cáscara fina y pulpa sabrosa con una ligera acidez. Muy utilizada en mermeladas, jaleas, licores y helados.

Palmito de jaca: el brote de la fruta verde, cuando se cocina, tiene la consistencia de palmito. Se utiliza para preparar moquecas, así como relleno de pasteles y otros aperitivos salados. Sustituye a las proteínas en las recetas vegetarianas.

Jarê: religión nacida en Chapada Diamantina que mezcla catolicismo, religiones africanas y cultura indígena. Sus principales celebraciones tienen lugar en septiembre, en honor de São Cosme e Damião (Ibeji), y en diciembre, por Santa Bárbara (Iansã).

Caruru de São Cosme e Damião: fiesta que se celebra en honor de los santos (Ibeji) y que, además de caruru (receta que incluye quingombó, camarones, castañas de cajú, cilantro y dendê), incluye platos como xinxim de pollo, vatapá y feijão fradinho. Según la tradición, hay que servir primero a los niños.

Azeite de dendê: el dendê o coco de dendê tiene origen en la costa africana y se adaptó muy bien al suelo brasileño, especialmente al del Nordeste. Su sabor dulce es muy utilizado en la preparación de varios platos bahianos, como moqueca, acarajé y bobó de camarones.